Con un salvaescaleras, ya no hay obstáculos

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La vida es un camino a recorrer, un camino con obstáculos que debemos aprender a saltar para seguir adelante. Los obstáculos, en sentido figurado, no deben impedirnos continuar, es más, formarían parte de una especie de motivación que nos hace más fuertes, libres e independientes.

Sin embargo, hay barreras físicas insalvables cuando por enfermedad, accidente o pérdida de movilidad a causa de la edad, ya no podemos sortear. En este caso no hay motivación, ni fuerza, ni voluntad que valga y, como consecuencia, nos convertimos en seres dependientes y faltos de libertad para llevar a cabo las tareas esenciales cotidianas.

Para derribar esos obstáculos, la tecnología ha creado los salvaescaleras, unas sillas que ocupan el mínimo espacio y, sin necesidad de obras, se adaptan perfectamente al diseño y estructura de cada tipo de escaleras. Un salvaescaleras que nos salva de la dependencia y facilita la libertad de movimiento. 

Su alta tecnología garantiza el 100% de seguridad en los desplazamientos, van provistos de un cinturón de seguridad, un limitador de velocidad y unos sensores.

Por otro lado, su comodidad y facilidad de uso ofrecen una calidad de vida que, sin un salvaescaleras, se vería seriamente mermada. Un mando de control a distancia y manual, perfectamente adaptado para personas que tengan dificultad de movilidad en brazos y manos.

Con los salvaescaleras, no solo evitamos depender de un familiar o un cuidador para acceder a otra planta, sino que evitamos posibles accidentes habituales cuando, a pesar de todo el cuidado y esmero que ellos pongan, nos tenemos que ayudar de una persona para subir las escaleras.

Solucionar problemas relacionados con la falta de movilidad y dificultad de acceso, dentro de nuestro propio hogar, es una prioridad. Nuestros mayores y personas con distintos grados de discapacidad motora, se merecen calidad de vida y todo aquello que les permita la mayor libertad posible, en todos los aspectos.

Si nos ocupamos de su libertad a la hora de desplazarse por la ciudad, con más motivo si cabe, dentro de su propia casa.

Suprimir barreras arquitectónicas y facilitar la accesibilidad para que recuperen su independencia, se sientan autosuficientes y ganen en tranquilidad y seguridad, es prioritario.

Nuestros mayores hicieron todo por nosotros, y nuestros familiares con falta de movilidad por accidente o enfermedad, se merecen llevar una vida normalizada, sin obstáculos que les impidan sentirse más independientes y libres. Los medios están y un equipo de profesionales puede ayudarnos en la elección del salvaescaleras más adecuado.

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